El mandatario sirio señaló que lo que sufre Siria hoy en día es una extensión de lo que ha sufrido la nación árabe a lo largo de 100 años de intentos de invasión intelectual e ideológica, y tergiversación del concepto de la identidad.
Al-Assad enfatizó la necesidad de aferrarse a la identidad real de la región, basada en la diversidad a nivel cultural y de civilización, puesto que la falta de esa diversidad puede contribuir a crear un ambiente adecuado para la propagación del pensamiento extremista que alimenta el terrorismo.
A su vez, los visitantes expresaron su convicción de que la victoria de Siria, tanto pueblo como ejército y liderazgo, es una para todas las masas árabes que seguirán considerando a Siria como el líder del proyecto nacional panárabe y un ejemplo de un renacimiento árabe real que allana el camino hacia la recuperación de los derechos usurpados.