Un miembro del Consejo Ejecutivo de Hezbolá dijo que la única opción para los saudíes en Yemen era “la derrota” y que “tras las operaciones contra Aramco, Riad y Washington se sienten perdidos y los nuevos desarrollos regionales no son favorables para ellos”.
Nabil Qauk, miembro del Consejo Central de Hezbolá, dijo que después de la operación del Ejército yemení y Ansarulá contra las instalaciones petroleras de Aramco, la región está plagada de nuevas ecuaciones y desarrollos significativos que no son del interés de EEUU o sus aliados.
Según el sitio web de El Nashra, Arabia Saudí está frustrada y decepcionada porque descubrió que los cientos de miles de millones de dólares gastados en armas estadounidenses habían sido inútiles. El artículo agrega que el gobierno de EEUU también está en estado de shock, al igual que el enemigo sionista, que está preocupado y teme que el escenario de Aramco se repita, pero esta vez contra objetivos israelíes.
“El eje estadounidense en la región ahora está en retirada. Admitieron haber fracasado en Iraq, Siria, Gaza, el Líbano, Yemen e Irán. Sufren cada día una nueva derrota y el eje de la Resistencia aumenta sus logros y sus victorias.”
El responsable de Hezbolá también dijo: “Habrá más derrotas mientras el gobierno saudí se aferre al apoyo de los estadounidenses y los saudíes permanezcan estancados en el pantano yemení, donde se hunden un poco más cada día. La única opción de los saudíes en Yemen es simplemente la derrota. Riad se debate entre una amarga derrota y una derrota aún más amarga. Si se queda en Yemen, quedará en ridículo, y si se retira, significará un amargo fracaso para el príncipe heredero y el Ejército de Arabia Saudí. Lo cierto es que Riad ya nunca podrá volver a desempeñar el mismo papel en la región”.
El Ejército de Yemen y los Comités Populares respondieron a los bombardeos de la coalición saudí con un ataque con 10 drones dirigido a las instalaciones petroleras de Buqaiq y Jurais, propiedad de la compañía petrolífera saudí Aramco. Como resultado de esta operación yemení, el ministro de Energía de Arabia Saudí afirmó que se había suspendido la producción de 5,7 barriles de petróleo.