En los medios israelíes, existe cierta preocupación por los logros de Ansarulá y el Ejército yemení. Especialmente porque la forma en que fabrican sus armas, incluidos los drones y los misiles, sigue siendo un gran secreto, mientras que su país ha sido bajo un bloqueo desde 2015.
“Hay muchos países que son fuertes en términos de riqueza y medios, pero que no pueden fabricar drones. Esto parece enviar el mensaje de que el bloque pro-Irán puede hacer descarrilar la tecnología avanzada de Occidente”, informó el periódico israelí Jerusalem Post.
El diario comentó, entre otras cosas, la operación a gran escala realizada en la provincia de Nayran, sur de Arabia Saudí. Unos 350 km2 fueron conquistados durante esta operación que se lanzó el 25 de agosto y cuyos hechos fueron revelados el sábado 28 de septiembre.
La operación se llevó a cabo utilizando drones, misiles balísticos y fuerzas de infantería de los Comités Populares de Ansarulá, junto con unidades del Ejército yemení.
Incluso aunque la tecnología necesaria pueda ser de origen iraní, dice el Jerusalem Post, son los huzíes y sus aliados dentro del Ejército yemení quienes han fabricado los drones y equipos militares, a pesar del embargo total que son objeto.
Pero, según el periódico israelí, la gama de drones y misiles yemeníes y su uso cada vez mayor contra Arabia Saudí, demuestran que los combatientes de Ansarulá pueden gestionar una sofisticada cadena de producción industrial de drones y otros equipos militares.
Es un hecho desconcertante para los expertos israelíes porque no pueden entender cómo la fabricación o incluso el ensamblaje de las partes de los aparatos de combate, como drones o misiles, son posibles en un Yemen bajo embargo y bajo las bombas de la coalición, señala el periódico.
El 14 de septiembre, Ansarulá reivindicó un ataque contra drones y misiles balísticos contra instalaciones de Aramco en las áreas orientales del reino, causando la interrupción de su producción de petróleo.